lunes, 4 de octubre de 2010

"Justicia Social y Unidad Nacional" por el Concejal Miguel Achucarro

Si la lucha política es una forma sublime de la cultura, no es menos cierto que una cultura autentica es aquella donde el pueblo se reconoce como sujeto y como objeto, es decir en plena posesión de si mismo y en el goce de todas las posibilidades materiales del momento en que se inserta.

Sin duda, la efectiva participación popular, la Democracia, de la cual existen numerosas posibilidades de expresión, es la que mejor se aviene a este pleno reconocimiento. Pero, también es claro que con solo hablar de Democracia no se transforma en realidad lo que se reclama como urgente realización.

Más allá de las pocos inocentes de los "demócratas" de última generación, sobretodo mediática, que pululan a través de los medios afines a sus intereses económicos, la Democracia en nuestra Argentina es todavía un bien social que constituye mas una expectativa, una potencialidad, que el real sentido de sus virtudes. El voto es solo un elemento formal de su proceso de afianzamiento.

La pedagogía oligárquico - seudo liberal ha enmascarado con un lenguaje jurídico y prestaciones sectoriales, una Democracia que en la práctica no es otra cosa que "libertades" y privilegios de unos pocos sobre la postergación de las mayorías. Así se lanza con un arsenal mediático a la opinión pública acerca de los instrumentos, en manos de unos pocos con los fines declamados, donde no tienen participación las mayorías.

El eje de la argumentación de los sectores opositores al gobierno parece ser la restauración del viejo sistema liberal, salteando los logros del Estado en la Justicia Social a través de los primeros gobiernos Peronistas que ya son patrimonio de todos los Argentinos, aún de aquellos que los niegan en su ceguera ideológica. Logros que a la fecha, constituyen los sólidos antecedentes, producto de la experiencia del pueblo Argentino, que debemos proyectar hacia el futuro a partir de la actualización de la concepción comunitaria que la sustentó.

La Justicia Social no se limita a los salarios dignos y prestaciones de seguridad social, corresponde también a la participación de los trabajadores en los beneficios del desarrollo económico, en la decisión política cotidiana y su formación dentro del patrimonio cultural nacional, ya sea en forma individual o a través de sus organismos naturales en la sociedad moderna.

Fueron demasiados los años de sangre y marginamiento que enlutaron al pueblo Argentino como para ser espectadores de una nueva posibilidad de reencausar nuestro sentimiento forjado en la necesidad inmediata de afianzar a un gobierno con proyecto de futuro.

No dudamos de la buena fe de algunos pero tampoco ignoramos la mala fe y el travestismo político de otros y el odio de clase que parece quieren hacer resurgir.

Desde nuestro lugar asumimos el compromiso de volcar nuestros esfuerzos en la lucha por una democracia efectiva, real, con plena participación y bienestar general.

Sigamos proyectando en función de la Justicia Social, Ya sabemos que para algunos sectores las libertades públicas serán una farsa con máscara democrática y la paz será el primer valor agredido.

Vivimos un momento democrático distinto, acompañemos con la unidad efectiva de los sectores populares para seguir construyendo una Patria Justa, Libre y Soberana.

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