martes, 23 de noviembre de 2010

Sesenta y Cinco Años de Historia Peronista

1945-17 de Octubre-2010

..."Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un halito áspero crecía en las densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerias del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas.
Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora.
Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio.
Era el subsuelo de la patria sublevada. Era el cimiento básico de la nación que asomaba como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto... Eran los hombres que están sólos y esperan, que iniciaban sus tareas de reivindicación..." (Raúl Scalabrini Ortiz)

Leopoldo Marechal, lo recuerda así...
"Me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia donde yo vivía; el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y enseguida, su letra:
...Yo te daré/te daré, patria hermosa/te daré una cosa/una cosa que empieza con P/Perón. Y aquel Perón resonaba periódicamente como un cañonazo."
Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo hacia la Plaza de Mayo. Vi, reconocí y amé a los miles de rostros que la integraban, no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su lider. Era la Argentina invisible que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar a sus millones de caras concretas y que no bien las conocieron, les dieron la espalda. Desde aquellas horas, me hice Peronista."

"Inesperadamente, enormes columnas de obreros comenzaban a llegar -escribe Scalabrini Ortiz- venían con su traje de fajina porque acudían directamente desde las fábricas y talleres...
...Eran rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de brea, grasa, aceites. Llegaban cantando y vociferando unidos en una sola fe...Una pujante fe sacudía la entraña de la ciudad...A esa hora, F.O.R.J.A. ya ha dado un comunicado en el que sostiene que "en el debate planteado en el seno de la opinión, está perfectamente deslindado el campo entre la oligarquía y el Pueblo... Y que en consecuencia, expresa su decidido apoyo a las masas trabajadoras que organizan la defensa de las conquistas sociales. Patria, Pan y Poder al Pueblo."
La policía informa que alrededor de dos mil personas marchan por la calle Corrientes hacia el Centro. En Plaza de Mayo son dispersados grupos de manifestantes, siendo las 12.30hs. Una hora después, aparecen nuevamente trabajadores en Plaza de Mayo, y resultan vanos los esfuerzos policiales por despejar la zona.
Sin embargo, no se trata, a esa hora, de miles de concurrentes en la Plaza histórica, como se ha afirmado muchas veces. La concentración importante, en ese momento, se produce ante el Hospital Militar, y recién después de las 15hs. crece la concentración popular en Plaza de Mayo.

"Yo estaba en mi casa, en Santos Lugares -Recuerda Ernesto Sabato- No había diarios, no había teléfonos ni transportes. El silencio era un silencio profundo, un silencio de muerte. Y yo pensé para mi: Esto es realmente una Revolución. Era la primera vez en mi vida que asistía a un hecho semejante. Por supuesto, había leído sobre Revolución..."

Uno que va al frente de una columna, lleva un letrero que dice: "Los que estén con Perón, que se vengan al montón". Desde otro lado, vocean: "Piántate de la esquina, oligarca loco / que el Pueblo no te quiere / y Perón tampoco.

"Usted no sabe lo que fue eso, horrible. Algo tremendo, opina Borges en una ocasión. Y en otra comenta: Yo estaba avergonzado e indignado. Eso es, indignado y avergonzado."

"Era un sector numeroso del Pueblo, el de los resentidos, el de los irrespetuosos -Escribirá Ezequiel Martínez Estrada- Individuos sin nobleza...turba...populacho...horda... Recogida con minuciosidad del hurgador en los tachos de basura, residuos sociales... hez de nuestra sociedad...chusma...Pueblo miserable de Descamisados y grasitas, desdichado pueblo que ha perdido el respeto...nuevo tipo étnico de cabecitas negras y peloduro."

"Era el cimiento básico de la Nación que asoma, como asoman las épocas pretéritas de la tierra, en la conmoción del terremoto. Era el substrato de nuestra idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad, sin reatos y sin disimulo. Era el de nadie y el sin nada, en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por una misma verdad que una sola palabra traducía... El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo" (Raúl Scalabrini Ortiz).

Por su parte, "Crítica" aparece con grandes titulares, tipo catástrofe "Grupos aislados que no representan al auténtico proletariado argentino tratan de intimidar a la población".



Perón terminaría con estas palabras "Dejo, pués, el honroso y sagrado uniforme que me entregó la Patria, para vestir la casaca del civil y mezclarme con esa masa sufriente y sudorosa que elabora en el trabajo la grandeza del País". Esto es el Pueblo, esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la madre tierra, al que hemos de reivindicar. Es el Pueblo de la Patria, el mismo que en esta histórica plaza, pidió frente al Cabildo que se respetara su voluntad y su derecho. Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal porque no habría perfidia, ni maldad humana, que pueda someter a esta masa grandiosa en sentimiento y en número.
Esta es la verdadera fiesta de la Democracia, representada por un pueblo que marcha a pie durante horas para llegar a pedir a sus funcionarios que cumplan con el deber de respetar sus auténticos derechos..."

Sesenta y cinco años de Historia Peronista. En el Bicentenario de la Patria. Como distintos sectores de nuestra sociedad vivieron el 17 de Octubre de 1945. La realidad transformadora que superó la mediocridad de la ficción, de los detractores del Pueblo.

Miguel Ángel Achucarro.




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