Tapa y Editorial - Diciembre 2010 -

Editorial

Muchas veces, en nuestras conversaciones cotidianas solemos decir o escuchar la frase: "¿Quién está primero, el huevo o la gallina?". ¿Con esto qué tratamos de expresar? La duda ante alguna situación en especial, donde no se sabe que ha sido primero o que el orden que se impone estaría distorsionando.

Esto viene a cuento que, y seguramente todos estaremos de acuerdo, el hombre es el que se ha instalado en la tierra mucho antes que otras cosas y sin entrar en ninguna discusión científica o religiosa, por lo menos antes de un montón de formas que hoy están instaladas en este mundo.

Nacido el hombre y multiplicado, se generaron muchas necesidades y entre ellas la de crear la Ley para imponer orden en una sociedad y para regular las relaciones entre los individuos. Con esto decimos que primero fue el Hombre (el huevo) y después la Ley (la gallina).

¿Estamos de acuerdo? ¿No tenemos dudas?, bien, sigamos entonces...

¿Qué pasa cuando la Ley se instala por encima del Hombre y supedita la existencia de este a su imperio estricto y absoluto, ya no le sirve como regulador de las relaciones, sino que termina el Hombre subyugado por la Ley.

Para ser más explícito sobre este tema, vamos a citar un ejemplo claro y de aquí nomás, no muy lejos, de Marcos Paz.

En el pasado mes en el Concejo Deliberante, los Concejales Peronistas (los verdaderos, los de la marcha en el orillo) presentaron una nota, solicitando al Intendente señalice en forma realmente visible el lugar donde están instaladas las cámaras que la Provincia colocó para controlar la velocidad de los vehículos en la Ruta 40.

Recordemos el caso un poquito antes de seguir. Estas cámaras las emplazó el Gobierno Provincial del Compañero Scioli dentro del marco de un programa creado para obtener mayor seguridad en las rutas provinciales y bienvenida sea esta medida.

¿Entonces qué pasó? Al poco tiempo empezaron a caer, como llovidas del cielo, cientos de boletas a los vecinos que en la mayor parte de las ignorancias transgredían la velocidad máxima permitida en el Puente Pajarito de 60km.

¿A usted no le llegó siquiera alguna? ¿O no tiene algún pariente, amigo o conocido con alguna multa de este tipo? En algunos casos no una, sino varias, de ida y de regreso por dicho lugar.

Cabe aclarar, el Intendente dijo que no estaba anoticiado de esta medida. ¿Qué raro no? Si siempre, y dicho por el, anda por La Plata gestionando... recursos. Claro cuando las críticas arrecían "Yo no fui...", "Yo no se...", "A mi no me consultaron..."

Ante esta situación, y paremos de recordar, el Concejo Deliberante tomó el reclamo de los vecinos e hizo lo que pudo y se perdonaron muchas de estas sanciones.

Volviendo a estos tiempos entonces, quedamos en la sesión del concejo donde se le pedía al Intendente señalización y que después le cobre a la provincia los gastos de las mismas, ya que se trata de una ruta provincial.

¿Qué pasó? Esta nota no siguió su camino ya que los Concejales Oficialistas se opusieron. ¿Qué argumentaron? "No podemos transgredir la norma que indica ruta provincial responsabilidad de la provincia". Es más, una Concejal, joven y bonita vale la pena acotar, dijo que era una ilegalidad lo que se pedía y que no iba a votar nunca eso. Y tal vez, tenga razón.

Ufffff, es lo que hay.

Únicamente se pedía una cartelería que le informara al conductor de estas zonas y al ocasional visitante de la existencia de una cámara que registra las velocidades. Porque el motivo supremo de la provincia fue controlar la velocidad y no agarrar desprevenidos conductores.

Claro, cuando se trata de colocar un cartel en la misma ruta sobre la existencia de algún restaurante de campo, por ejemplo, el Intendente y sus Concejales si están de acuerdo.

Así están las cosas, la gallina o sea la Ley y la visión limitada de algunos funcionarios está antes que el huevo o sea el vecino de Marcos Paz.